Aquí, como tantas otras veces, encontramos la esquina. Encontramos el barcito que emerge impune entre tanta vereda virtual y nos dejamos entrar en él con la secreta ambición doble: calentarnos el alma y encontrarnos un alma que nos caliente. Cinefiludos es la última oportunidad, el rincón olvidado, el manotazo de un ahogado que sabe que necesita hablar, decir, opinar. Quizás, aun no lo sé, sea el lugar de un mar de ahogados. Para empezar es mi lugar y aquí hablo, digo y opino.
Espero compañía, porque un bar solitario sólo es interesante es una película. Y acá necesitamos de más de uno.
Saludos y aquí empezamos el diálogo...
Chris Kofman.
lunes, 8 de septiembre de 2008
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